En la relación paternofilial es esencial dedicarles tiempo, un tesoro que no se puede comprar y muchas veces la mejor medicina para conseguir una buena salud mental y equilibrio emocional.
Es obvio y hay muchos estudios que avalan e insisten que la forma de vida actual, esto es, de la llamada “sociedad del bienestar “es paradójicamente poco saludable, ya que vivimos estresados y, además, somos con cierta frecuencia, poco coherentes en nuestras actuaciones primando el consumismo y el materialismo.
El consumo y la compra de objetos, práctica habitual y a veces necesaria, puede llegar a transformarse en una “obsesión”, y en esos casos estaríamos ante un riesgo e incluso un problema de salud emocional, ya que se puede convertir en un sustituto del tiempo que no le dedicamos a los hijos.
Los regalos pueden ser una forma (inadecuada) de querer “comprar” su cariño, o quizá también, una manera errónea de evitar que se “acompleje” al carecer de aquellos objetos que otros jóvenes y compañeros puedan tener. Por último, el mismo hábito de pasear básicamente por centros comerciales, puede crear conductas de repetición en posteriores convirtiéndose en una forma no muy adecuada de “ocupar” el tiempo.
En este problema o situación no hay una solución única ni mágica, pero si puede ser interesante, entre otras cosas:
- 1.- Enseñar que la ambición es infinita y a veces enfermiza;
- 2.- Que el bienestar y la felicidad no es poseer cosas, sino tener paz y sosiego.
- 3.- Que no es tan importante lo que nos ocurre como lo que interpretamos de ello.
Esperamos esencialmente conseguir en esta jornada aclarar algunos conceptos, pero, sobre todo, que se produzca un siempre fructífero intercambio de información entre ponentes y asistentes.
Más información en: https://www.aragon.es/-/xii-jornada-consumo-y-familias