Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o situación (tanto breve como prolongada) de naturaleza excepcionalmente amenazadora o catastrófica, que causarían malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo de una muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una violación o de otro crimen).
Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático y que sirven para su diagnóstico son las siguientes:
El comienzo de los síntomas descritos sigue al trauma con un período de latencia cuya duración varía desde unas pocas semanas hasta meses (rara vez supera los seis meses). El curso es fluctuante, pero se puede esperar la recuperación en la mayoría de los casos. En una pequeña proporción de los enfermos, el trastorno puede tener durante muchos años un curso crónico y evolución hacia una trasformación persistente de la personalidad. Incluye este diagnostico la antiguamente llamada: Neurosis Traumática.
En esta enfermedad es muy importante iniciar cuanto antes un tratamiento con ISRS, siendo de especial indicación la SERTRALINA en dosis aproximada de 50 a 200 mgs. La psicoterapia de tipo cognitiva consistente en identificación y reestructuración de ideas distorsionadas y sustitución por otras lógicas y racionales.
CONSEJO: EL T.P.E.P SE TRATA DE UNA ENFERMEDA PSIQUICA, INCAPACITANTE Y DE DIFICIL TRATAMIENTO, YA QUE LA MAGNITUD DEL EVENTO DESENCADENANTE ES MUY INTENSA. EL TRATAMIENTO PRECOZ ES MUY IMPORTANTE.