Trastorno no muy frecuente que cursa con un desarrollo insidioso y progresivo, caracterizado por un comportamiento extravagante, de una incapacidad para satisfacer las demandas de la vida social y de una disminución del rendimiento en general.
No hay evidencia de alucinaciones y ni de ideas delirantes y el trastorno es no tan claramente psicótico como los tipos hebefrénico, paranoide y catatónico. Los rasgos o síntomas “negativos» característicos de la esquizofrenia residual aparecen sin haber sido precedidos de síntomas psicóticos claramente manifiestos. El creciente empobrecimiento social puede conducir a un vagabundeo, los enfermos se encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus objetivos.
Es muy característico la existencia de un desarrollo progresivo durante un período de tiempo superior a un año, de los síntomas «negativos» característicos de la esquizofrenia residual (abulia, apatía, embotamiento, aislamiento, etc.), sin que hayan existido antecedentes de alucinaciones, de ideas delirantes ni de otras manifestaciones de un episodio psicótico pasado, con cambios significativos en la conducta personal, manifestados con una marcada pérdida de interés, ociosidad y aislamiento social.
El tratamiento será el mismo que el que se usa para otros tipos de esquizofrenia y consiste esencialmente en: Tratamiento con antipsicóticos (Paliperidona, Olanzapina, Aripiprazol, etc.). Terapia de apoyo individual y grupal.