Trastornos Alimentarios: Anorexia y Bulimia

anorexia nerviosa

Los trastornos alimentarios anorexia y bulimia son dos enfermedades que se conocen desde hace centenares de años, pero hasta hace unas pocas décadas apenas constituían un problema sanitario relevante. En la actualidad son una verdadera “epidemia”, con graves repercusiones personales, familiares y sociales. El problema esencial de la anorexia es la pérdida grave de peso, hasta llegar a límites peligrosos para la vida.

La preocupación por tener una buena forma física, un cuerpo atractivo, una silueta agradable o unas medidas casi perfectas, se ha convertido para algunos individuos, sobre todo en la última década, en una cavilación enfermiza y casi delirante. Tener una imagen diez, «un cuerpo Danone», como reza la publicidad televisiva, es el sueño de muchos hombres y mujeres, que ven en ello sino el único, si uno de los más importantes métodos de promoción e impulso personal y profesional, todo ello es lamentable socialmente y preocupante médicamente, pero cierto como la vida misma.

Un número cada vez más numeroso de jóvenes, y de no tan jóvenes, dedican un enorme esfuerzo en cultivar su cuerpo para estar en plena forma física, a veces, incluso, para desarrollar una musculatura muy superior a lo que su propia constitución les permitiría tener. Eso sí, todo ello a consta de una gran tenacidad y de una importante inversión en tiempo y también de dinero. Los médicos, en ese afán nuestro de clasificarlo todo, hemos llamado a estos comportamientos «vigorexia«, es decir, un trastorno caracterizado por la idea obsesiva e irrefrenable por tener un desarrollo muscular acentuado, llamativo y una complexión física atlética, recurriendo para conseguirlo a una amplia y variada gama de conductas que llegan a poner en peligro su salud.

Por supuesto que es importante dedicar tiempo y esfuerzo al cuidado del cuerpo ya que es una de las mejores inversiones que se puede hacer. Además de ser un síntoma inequívoco de poseer una salud adecuada, es también un elemento necesario para disfrutar de un aceptable equilibrio psicológico, recuerden sino el clásico aforismo: «Mens sana in corpore sano». Pero como todo en la vida, si este hábito saludable de estar en forma lo llevamos al límite, si lo exageramos, si hacemos de ello una obsesión, corremos el riesgo de deslizarnos por los caminos del esperpento, de lo grotesco y también, y lo que es mucho peor, de la enfermedad.

Leer más sobre la Anorexia y Bulimia