Tres son los criterios para establecer este diagnóstico:
Hay una naturaleza fóbica en esta reacción, la cual puede acompañarse de sudoración, palpitaciones, náuseas y otras respuestas somáticas semejantes al pánico, aun cuando hay quienes no muestran manifestaciones tan intensas de angustia. El deseo sexual se mantiene, lo que se revela porque estas personas no experimentan el temor fóbico cuando se masturban.
El tratamiento sigue las pautas de la desensibilización sistemática.