La intervención del psiquiatra forense en los llamados delitos contra la libertad e indemnidad sexual es muy destacada siendo en ocasiones un peritaje de capital importancia, no solo en la comprensión o motivación de lo sucedido, sino también en ciertas características psíquicas del presunto delincuente y de la víctima que pueden influir directamente en la pena a la que puede ser condenado y a la posible indemnización por secuelas en el caso de la víctima.
Por un lado, su misión será reconocer al agresor y saber si este padece o sufre una enfermedad o trastorno psiquiátrico que limite su libertad a la hora de actuar y llevar a cabo su acción criminal. Ello puede incidir directamente en la calificación del hecho delictivo, ya que una agresión sexual puede ser considerada como abuso sexual o viceversa, según la valoración de atenuantes de responsabilidad que se hayan conseguido acreditar.
Por otro lado, también hay peritajes psiquiátricos cuyo objetivo es explorar a la víctima de una agresión sexual y determinar qué nivel de afectación o secuelas que han quedado en la victima y por lo tanto cuantificar la indemnización económica que le pueda corresponder.
En algunas ocasiones más especiales se le pedirá al perito psiquiatra forense que se pronuncie sobre la credibilidad de la denuncia, o sobre la existencia de alteraciones y trastornos previos de la víctima y su influencia en los hechos que se están instruyendo.