07 Oct El Paranoico. La Locura Razonante
El Paranoico. La Locura Razonante.
El paranoico es la locura con mayusculas, ya que aunque su enfermedad es grave y entra dentro de las llamadas psicosis, su apariencia de salud les hace especialmente complejos a la hora de su diagnostico y tratamiento. Y es que el enfermo con trastorno delirante o paranoia rompe los esquemas populares de lo que se entiende por locura o por enfermedad mental severa, y nos da muestras de una “relativa normalidad”.
A pesar de su apariencia de cordura, el paranoico es un enfermo grave, aunque no hable de forma extraña, ni nos cuente ideas absurdas, ni actúe de forma excéntrica. Todo en el es “casi” normal, y digo casi por que este tipo de trastorno psiquiátrico se caracteriza precisamente por la existencia de ideas delirantes estructuradas (es decir falsas e irrebatibles por medio de razonamientos lógicos) pero, curiosamente, aun siendo erróneas y falsas, se revisten de una apariencia de normalidad y de una organización en su discurso coherente y asumible.
Tal puede llegar a ser su apariencia de salud mental, que incluso pueden hacernos dudar a los expertos de la veracidad y anormalidad de sus ideas, así como de que sus síntomas son una reacción ante lo que le esta pasando, pero en modo alguno nada endógeno. Solo una exploración medica prolongada en el tiempo, un estudio psicopatológico longitudinal que no transversal, la comprobación mediante el testimonio de terceras personas de la falsedad del pensamiento, entre otros, nos permitirán llegar al diagnostico certero.
Hay muchos paranoicos con ideación patológica y delirante de celos, de perjuicio, de persecución, de enamoramientos falsos, incluso ideas hipocondriacas de tener enfermedades incurables e intratables. Pero aun habiendo muchos, también es mucha la dificultad para su diagnostico, salvo en los casos mas avanzados donde el enfermo nos presenta una serie de síntomas y sobre todo de conflictos con su entorno tan evidentes y desproporcionados, que son en muchos casos la propia esencia de la enfermedad.
El paranoico esta convencido de que sus pensamientos (y solo ellos) son absoluta e incuestionablemente ciertos. Nada ni nadie le puede hacer cambiar de opinión. Podrá disimular, además lo hacen muy bien; podrá aparentar un cambio, una mejoría, incluso una curación, pero pronto volverá a presentar nuevos problemas y nuevos conflictos, por que sin duda la paranoia de antes, ahora llamado trastorno delirante, es una enfermedad de evolución tórpida, tendente a la . sobre todo debida al abandono del tratamiento.
El enfermo paranoico no tiene ninguna conciencia de estarlo y mucho menos de hacerle falta un tratamiento farmacológico, tratamiento que hasta ahora ha sido el único que ha demostrado su utilidad para modular y “domesticar” sus erróneas creencias y reducir el, con frecuencia, intenso sufrimiento personal y familiar.
Ana
Posted at 16:47h, 15 mayoCreo que más que las ideas delirantes sean falsas o irrebatibles, lo específico a la clínica de la paranoia es cómo la mente del paciente queda totalmente adherida ella y le impide una vida cotidiana digna