El burnout es un concepto introducido en la clínica en la década de los setenta por el psicólogo Freudenberger y ampliado conceptualmente por C. Maslach en la década de los ochenta. Dicha entidad clínica cuya individualidad semiológica algunos todavía hoy cuestionan, se puede considerar como un tipo o variante de estrés laboral que aparece en colectivos concretos y que presenta una serie de síntomas y cursos evolutivos específicos que vamos a describir a continuación.
El burnout aparece en profesiones vocacionales donde hay una alta implicación entre el sujeto que presta el trabajo y el sujeto receptor del mismo. El segundo aspecto fundamental del burnout es que para que se haga este diagnostico entre ambos sujetos se debe establecer una relación de ayuda o servicio.
En consecuencia, con todo lo anterior las profesiones mas proclives serian entre otras: sanitarios, docentes, policías, funcionarios, trabajadores sociales.
Tres son los síntomas distintivos del burnout y que presentan los profesionales a los que coloquialmente les denominamos como “quemados”. Estos síntomas son: el agotamiento emocional, la despersonalización y el fracaso en sus expectativas y logros personales. Vamos a exponer las características de cada uno de ellos.
Entre las variables relacionadas con el riesgo de padecer Burnout están las siguientes:
En este intento, casi obsesivo de ser rigurosos, pero también útiles y prácticos, hemos resumido en un decálogo las que consideramos sugerencias o recomendaciones para prevenir en la medida de lo posible esta situación que venimos denominado burnout o síndrome del “quemado”. Si las sigue es probable que no se queme o que si ya lo esta pueda empezara darle otro tono a su vida laboral.
1.- Saber bien el “oficio” y conseguir una adecuada formación profesional.
2.- Trabajar bien en vez de trabajar a “destajo”.
3.- “La rapidez que es una virtud, engendra un vicio que es la prisa”.
4.- Tomar cierta distancia de los problemas (empatía si, camaradería no).
5.- Ser flexibles y estar dispuesto a adaptarnos si las circunstancias lo exigen.
6.- Relativizar la vida y sus problemas.
7.- Cuidarnos físicamente (ejercicio, alimentación y descanso).
8.- Cultivar y cuidar las amistades.
9.- Tener aficiones, no todo es trabajo
10.- Si es preciso tomarse unas largas vacaciones, recuerde que:
Un vaso de agua puede apagar un incendio…. en su inicio