Las Clasificaciones de Enfermedades Psiquiátricas consideran el DELIRIO o IDEA DELIRANTE como una idea, pensamiento o creencia errónea, falsa irrebatible a la argumentación lógica y que contamina y condiciona la vida de la persona.
Etimológicamente Delirio proviene (del latín de-lirare, «salir del surco al labrar la tierra») es un síntoma propio de las psicosis y no debe confundirse con el delírium o síndrome confusional agudo, pues son entidades diferentes.
En psicopatología, se define delirio como una creencia que se vive con una profunda convicción a pesar de que la evidencia demuestra lo contrario. El delirio no es lo mismo que la confabulación, dogma, ilusión, o los trastornos sensoperceptivos como son las alucinaciones.
El delirio no se considera un trastorno mental, ya que diferentes enfermedades mentales comparten la característica común de la presencia de delirios, (seria por lo tanto un signo o síntoma clínico).
Algunos de los trastornos mentales que cursan con delirios son los del espectro psicótico como: la esquizofrenia, la manía del trastorno bipolar o depresión con síntomas psicóticos.
El delirio compartido o inducido
El trastorno de ideas delirantes inducido, es poco frecuente, es caracterizado por que la temática es compartida por dos o más personas que suelen tener estrechos lazos emocionales. Sólo uno de los afectados padece un auténtico trastorno psicótico. En el otro o los otros las ideas delirantes son inducidas y normalmente remiten cuando se les separa.
El trastorno psicótico del individuo dominante suele ser una esquizofrenia, pero esto no es algo ni necesario ni constante. Tanto las ideas delirantes originales de la persona dominante como las inducidas en la otra, son crónicas, de naturaleza persecutoria o de grandeza.
Las creencias delirantes sólo son trasmitidas de esta manera en circunstancias extraordinarias poco frecuentes. Casi siempre las dos personas son familiares cercanos, aislados del entorno por su lengua, cultura o por factores geográficos. Las personas en las cuales las ideas delirantes son inducidas suelen ser también dependientes o tienen una relación de servidumbre con la que padece la psicosis genuina.