13 Mar Conceptos para trabajar con seguridad y eficacia en la práctica clínica: Psiquiatría
Con mucha frecuencia, quizá con excesiva frecuencia, se habla en el ámbito universitario y también en el mediático, de las tensas relaciones que tenemos los médicos (sobre todo los psiquiatras) con el mundo del derecho, y más concretamente con los Jueces, Magistrados y Ministerio Fiscal. Evidentemente todo ello es más una fábula que realidad. Lo que si existe son lógicas discrepancias entre dos ámbitos del conocimiento muy diferentes, tanto en sus orígenes, forma de trabajo y finalidad social.
Para el Derecho lo sustancial es la paz y la convivencia social a través de la aplicación, a veces coactiva, de las normas. El Derecho, nos dicen los expertos, es: el conjunto de normas que regulan una sociedad; para completar esta definición, hay que añadir una coletilla importante, y es que estas normas son exigibles de forma coactiva por parte de aquellos que las pueden imponer, incluso utilizando la fuerza para ello.
Esta es precisamente la diferencia esencial entre Derecho y Moral. Las normas morales existen y tienen un peso social, en algunos casos muy relevante. Sin embargo, la no observancia de una conducta desde la óptica moral, como mucho nos lleva a la repulsa y critica general, pero en ningún castigo o reproche coactivo (excepción hecha de los códigos éticos profesionales). Hay cosas que socialmente están mal, como por ejemplo reírse de la desgracia ajena, pero ello, en principio, no es constitutivo de ninguna infracción.
Para la Psiquiatría lo fundamental es el diagnostico, pronostico y tratamiento del enfermar psíquico. Dentro de la psiquiatría existe una especialidad que se denomina Psiquiatría Forense y que se puede definir de forma genérica como la especialidad médica que se ocupa del diagnóstico, prevención y tratamiento de la enfermedad mental, la Psiquiatría Forense sería, siguiendo una muy clasifica definición de Wheygandt (1933), como una subespecialidad de la psiquiatría general, que tiene como objeto “aclarar aquellos casos en los que una persona, por el especial estado de su salud mental, necesita también una consideración especial ante la ley”.
Ésta obligada, intensa y, a veces, por qué no decirlo, compleja interrelación entre dos ciencias tan diferentes como son la Psiquiatría y el Derecho, muchas veces sin que los protagonistas de ambas disciplinas al menos se conozcan, origina no pocos problemas y dificultades en su aplicación práctica que iremos viendo a lo largo de este curso y de los textos que lo sustentan y que intentaremos, en la medida de lo posible, ir clarificando y solucionando.
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