La pandemia baja, la depresión sube

Ya no es ninguna sorpresa para nadie si leemos o escuchamos que los efectos de la pandemia en la salud mental de la población han sido muy graves en la población. Para poder llegar a entender esto tenemos que empatizar con aquellas personas que no han soportado la situación y han visto cómo su salud mental empeoraba hasta verse inmersas en depresiones graves.

Gente de todo tipo, más jovén, más mayor, la depresión no discrimina a nadie y ataca con dureza cuando se genera esta especie de caldo de cultivo en el que llevamos tiempo. El miedo, la incertidumbre, la enfermedad en si, son situación que provocan mucha tensión y sufrimiento a la población.

A esta situación «límite» se junta el problema de colapso en la atención primaria, la falta de personal cualificado, (40% menos de psiquiatras que la media europea), y el estigma o tabú que implica hablar de salud mental.

Llevar a cabo un diagnóstico y comenzar un tratamiento pronto es la mejor manera de reconducir un problema de salud mental que cada vez afecta a un mayor número de personas con consecuencias, a veces, irreparables.