Aprenda a estresarse, no es ninguna broma. Es una forma diferente de ver el estrés. No siempre EL ESTRES es una amenaza ni un conflicto. Si sabemos sacarle partido puede ser hasta una situación positiva. Hay momentos en los que la situación externa nos puede desbordar, pero siempre será posible el reconducir la situación utilizando para ello el pensamiento racional.
Todos tenemos una serie de patrones genéticos de personalidad que determinaran nuestra forma de actuar, “y con esos mimbres tenemos que construir los cestos”, como dice el refrán popular. Pero, insisto, también todos podemos transformar, modular y reconducir nuestra actitud y conducta gracias a la llamada “neuroplasticidad cerebral”, es decir, a la capacidad que las neuronas tienen para modificar sus estructuras y funciones según el entorno y la influencia, positiva o negativa, que este pueda hacer.
El problema esencial es que todo cambio exige salir de la llamada “zona de confort”, es decir de esas pautas de conducta aprendidas y grabadas en nuestro cerebro, que a corto plazo nos resultan cómodas y satisfactorias, aunque nos perjudiquen mas tarde.
Esa es una tendencia general y solo algunas personas huyen de ella, siempre con esfuerzo y tesón. La mayoría no sabe salir de la rutina y de los hábitos aprendidos y cuando se les propone un cambio la respuesta siempre es: “es que” yo no puedo, “es que” yo no se, “es que” yo tengo miedo, “es que” no me dejan, es que… siempre hay una excusa para seguir.
Es importante resaltar que el estrés no es un problema de los “tiempos modernos”, no es algo nuevo y fruto una forma de vida excesivamente ambiciosa. Estrés no es solo equivalente a prisa, multiplicidad de tareas, premura, sobrecarga laboral o plazos rígidos. El ser humano siempre ha tenido que enfrentarse y resolver muchos problemas en su lucha por la adaptación y supervivencia, sintiendo amenazadas diversas durante su existencia, concepto este, el de amenaza, que va a ser esencial al hablar del estrés.
En nuestra cultura el estrés a veces es percibido como síntoma de éxito y relevancia social. El estrés es una reacción ante un estímulo, pero también se puede convertir en un serio problema de salud cuando sobrepasa determinados límites o cuando la personalidad del individuo es especialmente vulnerable.
En este libro Aprenda a estresarse explico que existen dos tipos de estrés uno que podemos llama ”bueno” excelente compañero de viaje ya que nos motiva y estimula a la acción y otro malo que es aquel tipo de estrés que nos puede llegar a enfermar y a provocar una gran cantidad de problemas en nuestra vida. Lo más importante es saber que el “estrés malo” depende mucho de la forma en como interpretamos y evaluamos los acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor, por lo tanto sufrir niveles elevados de estrés es algo que depende en gran medida de cada uno nosotros. Todos podemos aprender a gestionar de forma más saludable las emociones que producen todo aquello que nos pasa en nuestra vida.
El libro está escrito en forma de manual de faca lectura y con ilustraciones y tablas que facilitan la comprensión de los temas, y pretende proporcionar al lector una serie de soluciones que cualquier persona puede llevar a la práctica si mantiene dos actitudes esenciales: la paciencia y la tenacidad.
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