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AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Año nuevo, vida nueva. Es un frase que se repite inexorablemente con la llegada de cada nuevo año. Todos necesitamos reforzar nuestros propósitos con fechas, acontecimientos o circunstancias que sean un aliciente o estimulo para conseguir nuestros propósitos. Otra cosa muy distinta es que esos cambios se produzcan y que nuestra persistencia en el empeño sea los suficientemente poderosa para lograr las transformaciones u objetivos deseados.

Año nuevo, vida nueva. El ser humano, todos los seres humanos, planificamos en mayor o menor medida nuestra existencia. Hacemos proyectos, a veces, y eso es lo peor, lo que hacemos son solo eso proyectos, pero no los ponemos en marcha, y de ahí surge la frustración y el malestar. Queremos modificar cosas pero nos flaquean las fuerzas, no tenemos constancia, no somos lo suficientemente tenaces o dudamos demasiado a la hora de empezar. Y ante ello no tardan en aparecer los sentimientos de culpa y los remordimientos. También a veces las excusas y justificaciones ante la mas que previsible derrota.

Año nuevo, vida nueva. Cambiar nuestra vida no es tan difícil, solo hay que proponérselo y actuar en consecuencia. Claro esta ello requiere sacrificio, a veces sufrimiento, incluso hasta dolor. Pero si hacemos lo que siempre hemos hecho, obtendremos lo que siempre hemos obtenido, parece de perogrullo pero es esencial tenerlo presente. Cambiar algo no es tan difícil, todos los cambios empiezan siempre por un primer paso. Darlo es esencial para que después haya un segundo, un tercero, y así sucesivamente. Por lo tanto solo pasando a la acción se pueden producir las modificaciones que necesitamos o pretendemos. La inacción es el camino al fracaso, eso denlo por seguro.

año nuevo

Año nuevo, vida nueva. Cuando queremos cambiar algo, sea lo que sea, debemos también ser muy concretos en nuestra pretensiones. No se debe querer modificar muchas cosas de vez, por que lo mas probable es que ante tan gran empresa, nos agobiemos y no hagamos nada y por lo tanto la frustración se adueñe de nosotros. Por eso, paso a paso pan comido; zancada a zancada, una odisea. No hay que correr sino ser constantes en nuestros objetivos, ahí esta la clave: en la tenacidad y la constancia.

Año nuevo, vida nueva, que el refrán se cumpla depende de nuestra actitud y de la ilusión que tengamos de conseguirlo. Es sencillo empezar, solo hace falta una panificación básica y… adelante. No olvide que siempre se va a arrepentir mas de aquello que no hizo, que de aquello que si intento, aunque no haya dado el resultado deseado.

 

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José Carlos Fuertes

Doctor en Medicina Especialista en Psiquiatría. Profesor Extraordinario de la Universidad de Zaragoza.