15 Mar Análisis de la invasión de Ucrania
Opinión psiquiátrica de la invasión de Ucrania
La invasión de Ucrania esta siendo vista por muchos ciudadanos, no solo españoles, también del resto de Europa, como una novela, un telefilme, o un serial de los que tanto se prodigan hoy en día. El comentario que oí por casualidad a un matrimonio madurito que iba delante de mi paseando me lo confirmó, “vamos ya a casa a ver que nos dicen de la guerra, esto se pone cada vez peor, es mejor que una película de las que echaban antes”.
Me quedé pensativo a la par que cabizbajo y triste. La guerra/invasión de Ucrania, para algunos es un reality o un serial cinematográfico, de los que se emiten por capítulos. Lo terrible es que esto no es así. No estamos ante un thriller por entregas, nos encontramos ante una realidad espantosa donde están en juego nuestras vidas y nuestra forma de vida.
Aunque aquí no haya escaramuzas, ni carros de combate, ni tampoco reclutamiento forzoso, estamos en guerra, y pronto vamos a empezar a sufrir recortes, cambios de hábitos y costumbres. Los pobres van a ser paupérrimos y la clase media va a perder mucha “calidad de vida”. El coste energético es inasumible y el gobierno actual no puede parar la espiral inflacionista que está en marcha.
Consecuencias mentales de la guerra en la población
Muchos, los mas ansiosos, están sufriendo un incremento de su ansiedad basal y padeciendo crisis de angustia, hipocondría, obsesividad, fobias, e incluso trastornos del ánimo como la depresión mayor o la distimia. Otros, que no son personalidades psicovulnerables, viendo las noticias, empiezan a sentir malestar, porque según nos dicen “todo va a ir a peor” y el panorama es funesto. Carencia de combustible (petróleo y gas), de trigo, de aluminio, de materias primas diversas, esto es, hemos entrado en una nueva fase histórica cuyo final es muy incierto.
Es esperable que los trastornos psiquiátricos se disparen, primero por la pandemia y ahora por una invasión/guerra. Los que estaban ya enfermos con probabilidad aumentarán sus síntomas; y los que no han sufrido hasta ahora el zarpazo de la enfermedad mental en su vida, es muy fácil que, ante la angustia real de un escape radioactivo (noticia de unas horas) o la posibilidad, cada vez mas cercana, de un caos en la economía mundial, e incluso, de un trágico final nuclear, empiecen a sufrir síntomas del espectro depresivo-ansioso y un incremento del consumo de sustancias toxicas.
Estamos ante la barbarie sin paliativos de un nuevo “Hitler” pertrechado del famoso “botón rojo nuclear”, dispuesto a imponer su ley, expandir su imperio, conseguir volver a tiempos pasados, aunque para ello tenga que acabar con la vida de millones de personas, cuando un evidente fracaso del derecho internacional.
A continuación, les dejo un audio que he grabado recientemente sobre psicopatología criminal (Enigmas al descubierto) que puede servir para complementar algunos conceptos del texto.
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